Bruno Carpinetti,
2007. “Una experiencia intercultural de comanejo entre el Estado y las
Comunidades Mapuches en el Parque Nacional Lanin, Argentina”. Parques
Nacionales de Argentina (APN) -Programa FAO/OAPN “Fortalecimiento del Manejo
Sostenible de los Recursos Naturales en las Áreas Protegidas de América
Latina”. Santiago de Chile, 2007, 23 páginas.
El documento recoge la experiencia que hasta 2007 tuvo el
pueblo indígena mapuche en el comanejo del Parque Nacional Lanin, año en que se
creó el Consejo Asesor de Política Indígena de la Administración de Parques
Nacionales –APN, adscrita al Sistema Federal de Áreas Protegidas --SIFAP. El
estudio presenta la evolución de las AP en Argentina, desde las primeras
establecidas con procesos de colonización dirigida por el Estado, luego de
doblegar militarmente la resistencia indígena, hasta las impuestas para la conservación
“sin gente”, provocando la expulsión de los pobladores originarios: reservas nacionales
y parques nacionales.
Este estudio de caso es importante porque permite observar
un proceso muy similar a otros que se desarrollan en el contexto latinoamericano,
respecto de la superposición inconsulta de AP sobre territorios indígenas
contexto en el cual los pueblos indígenas de la Argentina han fortalecido sus
organizaciones cuestionando la “identidad nacional” y los procesos de
homogeneización cultural, lo que ha traído consigo el reconocimiento de sus
derechos territoriales. Estas se han encontrado en situaciones de conflicto
debido a diferencias conceptuales y prácticas respecto de las AP, territorios
indígenas y tierras fiscales.
Los cambios introducidos desde mediados del siglo XX, dieron
origen a 230 AP que comprenden alrededor de trece millones de hectáreas, una
cifra equivalente al 4,5% del territorio nacional (bajo la administración al
SIFAP), cifra que creció enormemente después de realizado el estudio. La
categoría de manejo más importante es el "Parque Nacional", la más
restrictiva en términos de uso y aprovechamiento de los recursos naturales, pues
no permite asentamientos humanos permanentes, ni el desarrollo de actividades agropecuarias
o forestales. Aunque promueve el desarrollo del turismo con escasa instalación
de infraestructura. Las reservas nacionales funcionan como zonas amortiguadoras
y son menos restrictivas. La APN y el SIFAP no cuentan con un marco nacional
uniforme (político, jurídico e institucional), que oriente la política pública
de patrimonio natural, en el marco de un proyecto de desarrollo estatal. Todo
se funda en acuerdos entre las provincias federadas y la APN.
El Parque y Reserva Nacional Lanín fue creado en 1937, abarca
una superficie de aproximadamente 420.000 ha. La importancia del área radica en
su papel de regulador hídrico del sistema Aluminé-Collon Cura, dadas las obras
hidroeléctricas desarrolladas en la cuenca. La población indígena del AP
ascendía a tres mil personas, asentadas en 24.000 ha., pertenecientes a siete comunidades
indígenas mapuche, que integran la Confederación
Mapuche Neuquina --CMN. Aproximadamente el 60% se encontraban por debajo de
la línea de pobreza y/o indigencia. Su situación es grave debido a la asfixia
territorial fruto del crecimiento demográfico (25% anual), lo que provoca el
agotamiento de los recursos y la falta de sustentabilidad en muchas sus
prácticas. El diagnóstico presentado identifica las dos amenazas de mayor
gravedad para la conservación del AP: la explotación de especies exóticas y el
turismo. La primera debido a su amplia extensión geográfica y severidad de sus
impactos; y la segunda por su crecimiento desmedido en los últimos años.
El incremento de la población en el país, tanto como de la
actividad turística y la diversidad de actores que inciden en el AP y por tanto
en el territorio indígena, provocaron demandas asociadas a fuertes tensiones políticas
locales y regionales. En ese contexto la CMN realizó acciones colectivas (1999)
que originaron negociaciones con la APN, las cuales resultaron en la
conformación interinstitucional del Comité de Gestión, órgano de comanejo
intercultural que funciona desde 2001.
Lo expuesto sugiere un logro respecto a la conciliación del
pleno ejercicio de los derechos indígenas con los objetivos de conservación del
AP. Un mayor avance solo es posible si la APN cede poder a CMN, respecto de la administración
del AP. En la APN continúa el debate institucional orientado a la promoción y
adopción de un nuevo paradigma sobre el manejo de las AP, centrado en la
inclusión y participación de los PPII en el manejo integral de las AP y en los
beneficios de la conservación. En conclusión el
desarrollo político es también parte del desarrollo humano.
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